“La Torre" de Luciano Cejas.

La perfección se deforma y la armonía da paso a una representación visceral del antagonismo y la violencia. Desde el idilio cortesano que fija la escena para la visión limpia en la obertura, libre en un mundo "perfecto", la coreografía se abraza frenética abandonando su firmeza sublime, dando a entender que fue subestimada. La complejidad de una obra que se enfrenta al horror de la sociedad y la necesidad de ser eso que nos fragmenta más, con un toque de humor agudo juega con los extremos de los personajes.
“La expresión más auténtica de un pueblo está en su danza y su música. Los cuerpos nunca mienten” Agnes D Mille.

“Permiso… ¿puedo hablar?" de Luciano Cejas.

Sucesos que narran las vivencias de distintos tipos de individuos con el resto de la sociedad. Se muestra cómo estas personas tratan de ganar confianza en sí mismos, cada uno día a día se ve sumergido en una rutina avasallante. Los valores de la humanidad durante la obra se ven destrozados y denigrados. Se abusará de ellos hasta límites insospechados. Cómo estos temerosos personajes aceptan y encubren este destino, depositando la culpa en un otro, aun siendo todo una simple apariencia. ¿Existe o existirá un sitio en alguna comunidad en donde el amor florezca? ¿La aparente humildad y buen corazón de las personas son corrompidas por un sistema que pide y no da? ¿Serán felices algún día?

“Dejar de ser", de Lucho Cejas
“Dejar de Ser” es una obra de danza contemporánea de Luciano Cejas. Este pretende metaforizar la desintegración social, el atropello humano y el ocaso del cambio social padecidos en la Argentina durante los años de la última dictadura militar, abordando la injusticia e impunidad y expresando el dolor y la tragedia desde la poética de la danza contemporánea.